La trágica historia de Edward Mordrake

El hombre de las dos caras

Fotografía de Edward Mordrake

El tema de los siameses es muy complejo y variado, de hecho se podrían hacer muchas entradas hablando sobre eso no obstante esta vez nos centraremos en un caso particular. Edward Mordrake (o Mordake según algunas fuentes), alguien desconocido para muchas personas aunque su reciente aparición en American Horror Story lo ha popularizado bastante. ¿Pero la terrible historia que se hay detrás de Edward existió de verdad o no son más que fantasías? Aquí tenéis el vídeo-relato de esta historia.



Hijo de una familia noble

Cuadro sobre las deformaciones

En la actualidad las deformidades humanas son consideradas en su mayoría defectos genéticos, donde la medicina siempre actúa corrigiéndolas o intentando minimizar los daños en caso que estos sean irreversibles. No siempre fue así, en tiempos anteriores se consideraba una señal divina de dios o del mismísimo diablo, según la cultura y creencias.
Edward Mordrake nació en Inglaterra durante el siglo XIX (fue a finales, aunque no se sabe la fecha con exactitud). Su padre, de familia noble, ya tenía a dos hijas y estaba deseoso de tener un varón para poder heredar toda la fortuna, títulos y tierras sin embargo se quedó horrorizado al ver por primera vez a su hijo. Tenía dos rostros, en la nuca se le podía apreciar otra cara de menor tamaño.
La infancia de Edward no fue nada fácil, aunque se le consideraba una persona muy inteligente y un gran estudiante, se pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación. No atendía las visitas, muchas veces ni siquiera las de su familia.


Una Cara Oculta

Quien se asomaba en la parte de atrás era una chica, un rostro femenino el cual no comía ni bebía pero en ocasiones se apreciaban signos de inteligencia, prueba de ello es que mostraba emociones como por ejemplo reír o llorar. "Adorable como un sueño, atroz como un demonio", así es como él mismo la describía. A medida que se iba haciendo mayor peor sobrellevaba la situación.
No se trataba de un simple rostro. Mientras Edward lloraba su "amiga" sonreía o incluso se burlaba, la cual por tenía sus ojos "vivos" y estos seguían los movimientos de sus espectadores. También sus labios parecían hablar aunque sus palabras (si es que verdaderamente decía algo) eran inaudibles, al menos para los demás ya que Mordrake aseguraba que por las noches en la cama la gemela diabólica (así es como le solía llamar) le susurraba y no le dejaba dormir. "La que nunca duerme y que me habla de cosas que sólo se oyen en el infierno" aseguraba.


Final del cuento

Pintura que resume el relato de Edward

Escuchando sus peticiones varios médicos le visitaron para estudiar una posible cirugía con la intención de extraerle la "otra" cara pero con los avances de la época no le podían asegurar que sobreviviría a la operación. Edward ya sumido en una depresión profunda insistió que lo intentasen aunque con ello existiese el riesgo de perder la vida pero sus padres se opusieron y por miedo a lo que fuese capaz su hijo decidieron vigilar más de cerca sus movimientos. No fue suficiente ya que consiguió veneno y en un momento de desesperación se lo bebió, terminando así con todo el sufrimiento a los 23 años.
Dejó una carta para sus padres y hermanos agradeciéndoles mucho todo lo que habían hecho por el y pidiéndoles como última voluntad eliminar la "cara demoníaca" antes de enterrarle para así poder descansar en paz eternamente. Cumpliendo sus peticiones, así lo hicieron y finalmente le enterraron en tierra baldía, sin lapida o algún escrito que dejase constancia del la tumba.